UN TEMPLO EGIPCIO EN EL CORAZÓN DE MADRID
Hoy vengo a hablaros de un descubrimiento que me ha impresionado. Aunque he estado en Madrid varias veces, hasta ahora no he sabido de su existencia, así que lo comparto con vosotros: El Templo de Debod.
Y os preguntaréis como yo, ¿Qué hace un templo egipcio en Madrid? Vamos a averiguar la historia de este precioso monumento…
HISTORIA DEL TEMPLO DE DEBOD
La localización original de este templo era en un pueblo llamado Debod (de ahí el nombre), en la región conocida como Nubia, situada entre el sur de Egipto y el norte de Sudán. Lo mandó construir un rey nubio llamado Adijalamani de Meroe alrededor del siglo II a.C.
Orientado hacia el Nilo, de Este a Oeste, se levanta una capilla dedicada a los dioses Amón e Isis. Posteriores reyes a Adijalamani, e incluso más adelante los romanos, construyen nuevas estancias alrededor de esa pequeña capilla, lo cual hace que llegue a tener un aspecto muy similar al actual.
Vista nocturna del Templo de Debod
¿CÓMO LLEGA EL TEMPLO A MADRID?
El templo estaba situado en la ribera del río Nilo. Con la construcción de la primera presa de Asuán, el templo de Debod pasaba una media de 9 meses al año bajo las aguas del Nilo. Esta situación duró 59 años, por lo que el templo sufrió daños severos, como la pérdida de la pigmentación de los grabados, destrucción de jeroglíficos y las propias piedras. Con el proyecto de construcción de la segunda presa de Asuán, que sumergiría completamente este y otros monumentos de la zona, la UNESCO hace un llamamiento a varios países para ayudar a trasladar y conservar esos restos históricos. Varios países responden a la llamada, entre ellos España. Con toda la ayuda prestada fue como se consiguió salvar, entre otros, el maravilloso e impresionante templo de Abú Simbel.
Para agradecer la colaboración de España en el proyecto, en 1968 Egipto regala a España el Templo de Debod.
El templo, con más de 2000 años de antigüedad y los desgastes producidos por el tiempo y el agua, es trasladado por piezas a España. A pesar de haberse perdido algunas piedras durante el transporte, es inaugurado en su localización actual el 20 de julio de 1972. Las piedras que faltaban fueron sustituidas por otras traídas desde Villamayor, en Salamanca, similares en color. Se intentó incluso conservar su orientación original de Este a Oeste.
El 17 de abril de 2008 es catalogado como Bien de Interés Cultural.
¿QUE PODEMOS VER Y HACER EN EL TEMPLO DE DEBOD?
El templo está situado en el corazón del Parque de la Montaña. Al llegar a su localización, lo primero que veremos serán los pilonos (portales de acceso al templo). Originalmente eran 3, pero uno desaparece entre los siglos XIX y XX junto con las fachadas principales, seguramente producto de la rapiña de las poblaciones cercanas a la ubicación original del templo.
Los pilonos eran la vía procesional de acceso al templo para los sacerdotes o al faraón que venía a honrar al dios. Una vez accedemos al templo, el vestíbulo nos recibe con varios relieves de Augusto y Tiberio, huella del paso romano por el templo. El resto de la planta baja está dividida en varias secciones.
Tras pasar el vestíbulo, nos encontramos con la Capilla de Adijalamani. Esta sala es el núcleo y la parte más antigua conservada del templo. Es también conocida como Sala de los Relieves, por contener varias imágenes del rey con los dioses, así como multitud de jeroglíficos. Una curiosidad de esta sala es que es el único lugar, a parte de la tumba y una estela, donde se documenta la existencia de este rey nubio.
Las siguientes salas a las que accederemos son la Antesala de la Naos y Sala de la Naos. La Sala de la Naos es de época ptolemaica, una de las primeras ampliaciones que se hizo posteriormente en el templo. Era el lugar más importante del templo, ya que era donde el dios vivía. En ella encontramos el único naos monolítico que se conserva (el otro desapareció en el siglo XIX).
Naos Templo de Debod
La Sala Uabet era el lugar de purificación de los sacerdotes antes de acceder a la morada del dios.
Otra de las salas que encontramos es el Mamnisi. Originalmente, la palabra mammisi significa «lugar de nacimiento». Era el lugar donde la diosa que se veneraba en el templo daba a luz. En este lugar se celebraba el «misterio del nacimiento divino«. Aunque en el caso del templo de Debod no es seguro que esta sala tuviera esa función, se la sigue denominando así. Se cree que este habitáculo fue el último añadido al templo por el Egipto romano.
El resto de la planta baja, como podemos ver en el plano, consta de dos criptas, otras dos capillas y un corredor, que se cree que fue una biblioteca y hoy es un espacio usado para la difusión de la labor del templo.
PLANTA SUPERIOR DEL TEMPLO DE DEBOD
En la planta superior del templo tenemos dos estancias. Una es la Capilla Osiriaca, que era el lugar donde se celebraban los misterios del dios Osiris.
La otra sala es la Terraza, hoy cubierta, pero que antiguamente estaba a cielo descubierto. En ella se celebraba la ceremonia del Año Nuevo. Hoy en día contiene una maqueta de la zona del Nilo donde se encontraba este y los otros templos rescatados, así como algunas de las piezas originales que formaban parte del templo.
La visita al templo es gratuita, y suele haber una espera de media hora para poder entrar, pero merece muchísimo la pena.
Además de visitar el templo de Debod, podemos relajarnos en el parque que hay alrededor. Mucha gente aprovecha para hacer picnic en familia, meditar, yoga…es un entorno perfecto para pasar un día diferente.
También es un lugar muy habitual y famoso para ver la puesta de sol, por lo cual tenlo en cuenta para ir con tiempo si quieres disfrutar de ese impresionante momento. Cuando el sol se oculta, se encienden las luces doradas del templo, y nos dejan un espectáculo visual y de los sentidos que hace que nos olvidemos de que estamos en Madrid…
Muy cerca también tenemos el Mirador del Templo de Debod, desde el cual tenemos una preciosa vista de la Catedral de la Almudena y el Palacio Real. No os la perdáis 😉
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