En la antigua cantera íbera de la Sierra de Tabaiá, cerca del pantano de Elche, en Alicante, descubrimos un atípico museo al aire libre, llamado El Cau.

Entrada al Cau

¿QUÉ ES EL CAU?

El Cau (la madriguera), es un conjunto escultórico labrado en las piedras areniscas de la cantera que sirvió para la construcción de edificaciones en la antigua Ilice (L’Alcudia) y la actual Elche. De hecho, la actual Iglesia de Santa María de Elche fue construida con esa misma piedra fina.

En las esculturas se representan lugares, gentes y escenas populares de la cultura ilicitana.

Homenaje al montañero

 

Iglesia Santa María de Elche

 

Molí Real de Elche

 

Río Vinalopó

 

El creador de esta obra fue Mariano Ros, un zapatero de Orihuela y aficionado a la montaña. Tras jubilarse, comenzó su obra en la Sierra del Castellar, muy cerca de la presa del pantano de Elche, y también muy cerca de los restos de un antiguo asentamiento islámico.

En el año 2000, se le solicitó que ejerciera su «hobbie» en otra localización, ya que la actual contravenía la normativa para la protección del paisaje. Desde entonces, y hasta el año 2008, trabajó en la cantera, que es lo que podemos visitar hoy en día. Se le prohibió seguir con su arte ya que lo ejercía en monte público.

La Torre de Ros

Mariano Ros falleció el 24 de abril de 2017, pero su legado está siendo cuidado por cada vez más visitantes que tiene el lugar.

Se puede llegar al lugar tanto en coche (hay una zona de aparcamiento al comienzo del sendero para llegar al museo) o, como mucha gente hace, desde el pantano de Elche con una ruta de senderismo. Desde la zona de aparcamiento, comienza el camino de unos 500 metros hasta llegar al Cau, y hay señalizaciones a lo largo de todo el camino.

Durante ese paseo, podremos disfrutar de flora autóctona como el romero o el tomillo.

Es un lugar ideal para visitar en familia y con los más pequeños, ya que el espectáculo de colores o formas despertará la curiosidad en ellos.

CONSEJOS Y RECOMENDACIONES PARA VISITAR EL CAU

Lo primero, y muy importante, es que tengas en cuenta que no hay ninguna sombra donde cobijarte del sol en el lugar. El único lugar que tiene sombra es el llamado «Albergue de piedra», pero fuera de él estarás siempre bajo el sol (a menos que esté nublado, desde luego).

Como podéis ver en la imagen, hay una mesa en el interior y algunas sillas. Esto no formaba parte del museo, si no que han sido los visitantes quienes han ido trayendo estos objetos y dejándolos ahí para comodidad del resto. También hay una pequeña libreta, donde la gente escribe aquello que le inspira el momento y el lugar.

Es muy importante la protección solar, llevar un gorro o sombrero y, sobre todo, evitar las horas de más calor, hasta en invierno.

No hay ningún bar ni tienda cercana, por lo cual te aconsejo llevar líquidos y comida.

También te recomiendo calzado cerrado, como botas de montaña o deportivos, ya que camino es de grava.

La entrada es gratuita y libre a cualquier hora del día.

Quiero agradecer a C. Villaescusa y J. Sánchez, grandes aventureros y descubridores, las magníficas fotos y la ayuda que me han prestado para este artículo.

¿Y vosotros? ¿Os animáis a visitarlo? Contadme vuestra experiencia en los comentarios.

¡Hasta pronto!

 

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